lunes, 26 de diciembre de 2011

No todo el mundo tiene dinero

Podemos tener muchas cosas, podemos necesitar muchísimas más, pero si pensáis un momento, ¿de verdad os hace falta lo que tenéis?
Tenéis consolas, internet, ordenador, móviles, comida para semanas, libros que ni si quiera sabíais que teníais, varias teles en vuestra casa, ropa que ni si quiera le has quitado la etiqueta... Y aún así, te quejas. Tienes que pensar que hay mucha gente que con la mitad que tienes tú, puede sonreír para siempre. Y tú, te quejas y te quejas, quieres cosas que a lo mejor no te puedes permitir. Que no todos los días te toca la lotería.


Y ahora espero, que pienses más lo que haces con lo que tienes. Porque no todo el mundo tiene dinero.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Modas.

Algunas modas se van para siempre, otras en cambio vuelven. En estos tiempos están de moda los móviles con wifi, las cafeterías caras, las zapatillas, las sudaderas, los pelos con mechas, la fotografía, los ordenadores grandes y de marcas caras. Todo son modas, algunas se irán, otras volverán y otras en cambio, mejorarán.


Pero la verdad, es que hay una moda que nunca cambia. 
Sí, ese extraño sentimiento que sentimos hacia una persona. Sí, esas ganas locas de verle, de sonreirle, de mirarle fijamente, de decirle todo lo que piensas. Pero sin embargo, en un puto momento, puede desaparecer. Odiarlo lentamente, que no desaparezca de tu mente, que no quieras verle, que ya no quieras escucharle. Que todo lo que te dijo es mentira. Que ya no puedes creerte todo lo que dice. 
Porque ahora solo quieres que desaparezca.



sábado, 17 de diciembre de 2011

Intentar lo imposible.

Todo lo que necesito es una calada, una solo. Para olvidarme por un momento de mis problemas. De la gente que me odia, de la gente que no le preocupo lo más mínimo.


Siempre he intentado pensar que hay alguien ahí, que me quiere, que me necesita, pero por más que la busco no la encuentro.
También he intentado acabar con mi vida, pero sé que mis familiares sufrirían mucho, mas que yo en estos momentos. Y no se lo merecen.
Visto lo visto no me queda nada. Solo esperar.
Solo diré dos cosas:
1. Si quieres algo, déjalo ir.
2. Lo bueno se hace esperar.

viernes, 16 de diciembre de 2011

La misma de siempre.

Aunque no te lo creas, he cambiado. He cambiado bastante. No tengo ese pelo corto, no, ahora lo tengo largo. No tengo el flequillo de antes, no. Ahora lo tengo recto. No soy la misma que hace 2 años, he cambiado. En el físico y en lo de dentro también, aunque no lo creas.
Pero en el fondo, muy en el fondo, sigo estando yo. Esa niña que cree en sus sueños, que pretende cumplir lo que una vez dijo. Esa zagala con ilusiones impresionantes y con una imaginación gigante.


Dentro de mi, solo tengo 5 años.

Quiero ser como tú.

Quiero ser como tú.
Una persona a la que no le importe lo que digan los demás.
Una persona a la que le de igual si es de noche o es de día.
Una persona a la que no le importa si es chico o es chica, siempre será su amigo.
Una persona con la que puedo confiar siempre.
Una persona sin vergüenza, sin temores.
Una persona sin envidia.
Una persona con muchísimos amigos, todos geniales.

Pero lo que más quiero, es encontrar a esa persona, esa persona que lo tiene todo.

No te hacía bien.

Tú y tus amigos siempre habíais sido muy 'extraños' por así decir. Siempre metidos en ese mundo de drogas y descontrol. Yo sabía que me podía haber enamorado de otro, un poquito mejor, que por lo menos, no tomara esas cosas. Pero me enamoré de ti, que le vamos a hacer.



Aún recuerdo ese recreo como si fuera ayer.

-Eh, vosotras, ¿nos habéis cogido las sillas, verdad?
+Ehh..no. Las hemos cogido de ahí.
-Ya, claro. Pues cuidadito con quien las haya cogido, porque se va a meter en un buen lío.

Parecía mentira que le hubieras dicho que habíamos sido nosotras, metiéndome en un lío a mi, que ni si quiera había tocado esas sillas. Pero si, eras el mismo gilipollas de siempre. Y tus amigos también.
Creyéndose los más guays de todo el mundo. Malditos creídos.
Luego para rematar, no se si fueron ellos, o fue idea tuya, pero aún así, no me gusto para nada.
Llegaron los dos, en paralelo a nosotras, después, se fueron cada uno para un lado y se pusieron a las esquinas de nosotras. Pegados. No sabía como reaccionar. Si era idea tuya, podías haberte puesto tú.

A mí no me gustan las personas como tú, que tiran la piedra y esconden la mano. No me gustan, pero aún así, te perdono. Porque eres en lo único que pienso, en lo único que deseo.

Gracias.

Gracias. Gracias por dejar ese mundo. Ese mundo de drogas.
Gracias. Gracias por darte cuenta de que eso no era bueno.
Gracias. Gracias por saber que hay gente a la que le importas.
Gracias. Gracias por sacarme una sonrisa.
Gracias. Gracias por ser esa persona que sabe hacerme reír.
Gracias. Muchas gracias por ser así, porque me encanta.