martes, 13 de septiembre de 2011

No lo hagas..

28 de octubre, 16:07.
Te llamé y decidí cortar, te dije que no podía aguantar más, no me hacías caso, pasabas de mi, solo te importaban tus amigos, salir a las doce de la noche y volver al amanecer borracho.
Tú me dijiste que me arrepentiría de ello, y yo te colgué.

A las 19:44 tocaste a mi timbre, estaba sola en casa, mis padres se habían ido, tu querías pegarme, corriste hacia mi y me encerré en el aseo. Golpeabas la puerta intentando abrirla pero no fuiste demasiado fuerte. Tenía el móvil en mi bolsillo y llamé a mis padres. Ellos no lo cogieron pero lo intenté con la policía.
Conseguiste abrir la puerta, oíste mi conversación con el policía, llevabas una navaja en la mano. Estaba contra la pared, intentando esquivarte, pero no lo conseguía. Tenía miedo y tú tambien. No me querías hacer daño, pero no me perdonabas eso de dejarte. A los 3 minutos de que tú consiguieras abrir la puerta entró la policía. Yo lloraba y tu sudabas, estabas nervioso. Era muy duro ver que tu exnovio había intentado matarte y aún más, que ahora esté arrestado por la policía. Me tranquilizaron y me sentaron en el sofá. Le expliqué todo lo sucedido. No sabía que le iba a pasar a Carlos...

30 de octubre, 12:32.
Llamaron por teléfono, estaba sentada viendo la tele, pensando en Carlos, en qué le habría pasado, en que le hubieran hecho. Cogí el teléfono. Era la policía, que Carlos estaba en su casa sin ningún cargo. Me dijeron que si volvía a pasar que llamara otra vez a la policía.
Sentía rabia, amor, desconfianza, miedo, alegría. Era mi ex, el cual había intentado matarme...

Hoy, 14 de diciembre, a las 17:19 salgo de mi casa hacia el mercado, necesitaba comprarme unos guantes para el invierno...Era un día nublado, hacía frio y iba a paso ligero. Pasé por unas calles muy transitadas pero tuve que ir por varios callejones.
Fui por uno, el cual era muy estrecho, a penas cabía un coche. Cuando me metí por él, le te encontré. Después de dos meses te había crecido el pelo, estabas un poco más alto y con la misma cara. Te miré, tu me mirabas con desprecio.
No sabía que hacer, estaba asustada, corría peligro...
Cuando torcí para salir del callejón me encontré el mercadillo, ya podía respirar mejor.





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